miércoles, 19 de junio de 2013

Viviendo la Transformación: de oruga a mariposa.

Este es un tiempo de transformación para muchos seres humanos y para el planeta que habitamos, del que formamos parte y al que estamos vinculados. están sucediendo muchos cambios en nuestro interior y también en nuestro exterior. Los cambios son siempre para mejor, pero depende de nosotros cómo elegimos experimentarlos.
Es un tiempo muy especial para comprometernos con nosotros mismos y tomar las riendas de nuestra vida. Para practicar las herramientas que nos traigan al aquí y ahora y vivir, lo más conscientemente que podamos, el proceso de transformación.
Muchas personas acuden a mi consulta en medio de su propia tempestad personal, con la esperanza de que yo tenga una varita mágica que, con un solo toque, pueda resolver sus problemas. Cuando les digo que el proceso de transformación requiere de su compromiso con ellos mismos, algunos quedan decepcionados.
Suelo preguntar ¿Qué edad tienes? Y cuando me responden, añado: pues llevas todos esos años cultivando una manera de ser. Ahora necesitas tener paciencia y perseverancia para aprender a relacionarte contigo y con el mundo de otro modo.
Cuando la gente se inscribe en el gimnasio, no espera salir de allí con la musculatura fuerte y definida. Lo normal es entender que es necesario ir y realizar ejercicios con regularidad para obtener un resultado. Entonces, ¿Qué nos hace pensar que nuestra mente, nuestras emociones, nuestra salud, nuestras relaciones, etc. van a cambiar de la noche a la mañana?
Todos necesitamos tomar un compromiso con nosotros “en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza…” en todas las condiciones. Comprometernos a apoyarnos a nosotros mismos, a mirarnos con buenos ojos y ponernos de nuestra parte, a aceptarnos tal como somos, a poner en práctica sencillos cambios que contribuyan a nuestra transformación personal.
¿Cuáles pueden ser algunos cambios concretos para el día a día?
 Cultiva un estado de Presencia, momento a momento. Sin estar presente en tu vida, sólo puedes seguir reaccionando como siempre hiciste y, por tanto, seguir recreando las situaciones de conflicto y las experiencias de sufrimiento que hasta aquí has vivido. Comprométete a estar consciente aquí y ahora para vivir este momento, sin adelantar acontecimientos, sin recrear el dolor del pasado.
Despliega un espacio de aceptación profunda para ti, para los otros y para cuanto sucede en el exterior. En lugar de resistirte o rechazar lo que te desagrada, disponte a reconocer, sin fricciones, lo que está sucediendo. Si el cambio es posible, comienza a hacerlo. Si no puedes cambiar la experiencia, disponte a cambiar tu manera de relacionarme con ella. Recuerda que, sea lo que sea que ocurra en tu vida, forma parte de tu proceso de transformación evolutiva. Recíbelo como la oportunidad para incrementar tu conciencia.
Siente lo que estés sintiendo. Negar las emociones o rechazarlas, sólo empeora las cosas. En lugar de rechazar la tristeza, el miedo, el enfado o lo que quiera que estés sintiendo, date permiso para sentir y gestionar de un modo adecuado tus emociones. "Permitirnos sentir desde el cuerpo, sin sujetar con la mente, hará que la energía de esa emoción se mueva, en lugar de quedarse estancada. Hónrate sintiendo tus sentimientos y déjate guiar por las señales". (El Arte de Crear tu Vida)
Obsérvate cuando reacciones, aunque no te guste lo que percibas. Porque se trata de SER CONSCIENTES, no de ser perfectos. Y al observarte reaccionando como en el pasado, estás desactivando la respuesta automática y puedes elegir crear una respuesta más óptima para la próxima vez.
 Borra las viejas memorias de dolor con el bálsamo del perdón. Se consciente de que perdonar es un regalo que te haces a ti mis@, para no seguir cargando con un montón de heridas y conflictos no resueltos. Ocúpate de solucionar dentro de ti los asuntos pendientes. Despréndete de los viejos agravios y del sentimiento de culpa. A medida que te liberas de esos lastres, sentirás mayor paz y serenidad.
Alimenta la Confianza en el proceso de la vida. Puede que no tengas certeza de estar tomando las decisiones adecuadas, o quizá no sepas cómo resolver una situación. Tal vez creas que has llegado al límite de tus fuerzas o sientas que lo que estás viviendo te desborda. Pero confía. Tráete al momento presente y serénate. Ocúpate paso a paso de crear la solución que necesites. Date permiso para ralentizar tanto como te sea posible tu ritmo. Respeta tus necesidades de descanso e interiorización. Ponte de tu parte, estés como estés. Honra este momento de tu evolución personal y confía. Al momento más oscuro, le sigue el amanecer.
 
 
 

2 comentarios:

  1. Estupendo post.
    Muy sencillo y clarificador.
    Mil gracias por compartirlo ;)

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  2. Gracias a ti, Alba, por leerlo y por tus amables palabras

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